PESCADERIA VERDE O AZUL BANDEJAS DIFERENCIAS

¿Por qué el pescado viene en bandejas verdes o azules? Un color, muchas verdades

Cuando vamos a la pescadería, muchas veces elegimos por precio, por aspecto o por costumbre. Pero ¿alguna vez te has preguntado por qué algunos pescados están en bandejas verdes y otros en azules? No es casualidad. Hoy en Marketing con Valores te explicamos el significado detrás de estos colores, cómo se relacionan con el origen del pescado y por qué este detalle tiene mucho que ver con la sostenibilidad, la trazabilidad y el consumo responsable.

¿Qué significan las bandejas verdes y azules?

En muchas pescaderías de España, especialmente en grandes superficies, se ha popularizado el uso de bandejas de distintos colores para indicar el origen del pescado de forma visual:

  • 🟢 Verde → Pescado de acuicultura (criado en piscifactorías).

  • 🔵 Azul → Pescado de pesca extractiva (capturado en mar abierto).

Este código de colores no es obligatorio por ley, pero sí se ha convertido en una práctica habitual que ayuda al consumidor a tomar decisiones más conscientes.

 ¿Es oficial este sistema?

No exactamente. Aunque no está regulado por una normativa estatal, este sistema de colores se aplica de forma voluntaria por muchas cadenas y pescaderías. Es una forma de:

  • Hacer más visual y sencilla la diferencia entre tipos de pesca.

  • Apostar por la transparencia informativa.

  • Fomentar el consumo informado y responsable.

Se trata de un ejemplo claro de marketing con valores aplicado a la alimentación: no busca solo vender, sino también educar y generar confianza.

¿Qué es mejor: pescado salvaje o de piscifactoría?

La respuesta no es tan simple como parece. Ambos tipos tienen ventajas e inconvenientes. Lo importante no es solo el origen, sino cómo se produce y si se respetan los criterios de sostenibilidad.

🐠 Pescado salvaje (bandeja azul) 🐟 Pescado de acuicultura (bandeja verde)
Capturado en mar abierto Criado en entornos controlados
Sabor más intenso (según especie) Producción más estable y predecible
Puede tener mayor impacto si no se regula Reduce presión sobre especies salvajes
Depende de vedas y zonas Menor impacto en sobrepesca

Ambos pueden ser opciones válidas si están bien gestionadas, y eso nos lleva al siguiente punto: la trazabilidad.

¿Qué son las zonas FAO y por qué importan?

La sigla FAO corresponde a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, una entidad internacional que, entre muchas funciones, regula y supervisa aspectos clave de la pesca y la acuicultura a nivel global.

Para facilitar la gestión sostenible de los recursos marinos, la FAO divide los océanos y mares del planeta en zonas numeradas y delimitadas, conocidas como zonas FAO. Cada una de estas áreas representa un espacio geográfico específico donde se realiza la pesca comercial.

FAO 27 – Atlántico Nordeste

Ubicación: Costas del Atlántico europeo, desde el mar del Norte hasta el noroeste de la península ibérica.

Lo bueno:

  • Se asocia con pesca de cercanía, especialmente en el norte de España (Galicia, Cantábrico).

  • Aporta imagen de frescura, calidad y tradición pesquera europea.

  • Facilita la trazabilidad y el control sanitario.

  • Menor huella de carbono en transporte.

Lo mejorable:

  • Competencia intensa en precios con países del norte de Europa.

  • Algunas pesquerías presentan riesgos de sobreexplotación si no se gestionan bien.

En marketing:
Ideal para posicionar productos como “pesca local” o “origen Europa”. Refuerza conceptos como km 0, producto responsable, apoyo al sector pesquero español.

 FAO 34 – Atlántico Centro-Este

Ubicación: Aguas del Atlántico frente a la costa occidental de África (desde Marruecos hasta Angola).

Lo bueno:

  • Zona rica en biodiversidad. Fuente importante de especies económicas como merluza, cefalópodos o túnidos.

  • Permite abastecer grandes volúmenes a precios competitivos.

  • España mantiene acuerdos pesqueros con países de esta región, lo que genera cooperación internacional.

Lo mejorable:

  • Lejanía geográfica: implica más costes logísticos y mayor huella ambiental.

  • En algunos casos, opacidad en la trazabilidad o en las condiciones laborales.

  • Riesgo reputacional si no se comunica bien la sostenibilidad de la pesca.

En marketing:
Requiere una estrategia de transparencia y compromiso social. Muy útil destacar certificaciones de pesca sostenible (como MSC) o proyectos de cooperación al desarrollo pesquero en África.

FAO 37 – Mar Mediterráneo y Mar Negro

Ubicación: Cuencas del Mediterráneo (incluida la costa española) y del Mar Negro.

Lo bueno:

  • Relevante para la pesca artesanal y la cultura gastronómica local.

  • Valor añadido por cercanía, frescura y especies muy valoradas en restauración (pulpo, lubina, dorada…).

  • Refuerza el vínculo con las tradiciones pesqueras del Mediterráneo español.

Lo mejorable:

  • Presión pesquera elevada en algunas zonas del Mediterráneo.

  • Volúmenes de captura limitados. No apto para cubrir gran demanda industrial.

  • Necesita una fuerte regulación para asegurar sostenibilidad.

En marketing:
Muy útil para marcas que apuestan por lo artesanal, lo gastronómico, lo mediterráneo o el patrimonio cultural y culinario. Permite generar historias de marca en torno a la tradición, el producto local y la pesca responsable.

¿Por qué es importante conocer la zona FAO?

  • Verificación del origen geográfico
    Saber la zona FAO donde se ha capturado el pescado te permite conocer su procedencia exacta, lo que ayuda a evitar fraudes o etiquetados engañosos.

  • Garantía de sostenibilidad
    Las zonas FAO están sujetas a regulaciones y cuotas específicas que buscan evitar la sobrepesca y proteger el ecosistema marino. Conocer esta información ayuda a elegir productos que respetan estas normas.

  • Cumplimiento de vedas y regulaciones locales
    Muchas zonas tienen periodos de veda o restricciones para proteger ciertas especies en épocas de reproducción. La identificación FAO indica si el pescado proviene de una zona que cumple con estas regulaciones.

Transparencia y confianza en la compra

La inclusión clara de la zona FAO en la etiqueta o cartel del pescado es una señal de transparencia por parte del vendedor y una herramienta clave para que el consumidor pueda tomar decisiones responsables y sostenibles.

Conocer y valorar esta información es parte de ser un consumidor informado y comprometido con la conservación de nuestros océanos.

¿Qué debe incluir la etiqueta del pescado?

Ya sea que compres pescado en bandeja envasada o directamente en el mostrador de la pescadería, es fundamental que prestes atención a la información que aparece en la etiqueta o cartel. Una etiqueta clara y completa es clave para garantizar transparencia, trazabilidad y seguridad alimentaria. La etiqueta debe incluir, al menos, los siguientes datos:

  • Nombre comercial y nombre científico: El primero es el nombre común con el que se conoce el pescado en el mercado; el segundo identifica de forma exacta la especie, evitando confusiones o engaños.

  • Método de producción: Indica si el pescado es de pesca extractiva (capturado en su hábitat natural) o de acuicultura (criado en piscifactorías). Esta información ayuda a valorar aspectos de sostenibilidad y procedencia.

  • Zona de captura (FAO) o país de origen: Señala el área geográfica donde fue capturado o criado el pescado. La indicación de la zona FAO es fundamental para conocer si proviene de mares gestionados de forma responsable y regulada.

  • Arte de pesca utilizado: Detalla el método con el que se ha obtenido el pescado, como palangre, red de arrastre, trasmallo, entre otros. Cada método tiene un impacto diferente sobre el ecosistema y las especies acompañantes.

  • Estado del producto: Especifica si el pescado está fresco, congelado o descongelado. Esta información es importante para la conservación, sabor y seguridad alimentaria.

  • Fecha de captura o envasado: Permite conocer la frescura del producto y calcular su vida útil.

  • Información sobre certificaciones: En caso de que el producto cuente con sellos de sostenibilidad, como MSC (Marine Stewardship Council) o ASC (Aquaculture Stewardship Council), estas etiquetas deben estar visibles para respaldar el compromiso ambiental.

¿Qué puedes hacer como consumidor responsable?

Desde Marketing con Valores queremos que tomes decisiones informadas y con conciencia cuando compres pescado. Por eso, la próxima vez que visites la pescadería, ten en cuenta estos consejos prácticos y responsables:

Fíjate en el color de la bandeja: verde para pescado de acuicultura, azul para pescado salvaje. Este pequeño detalle te ayuda a conocer el origen del producto de un vistazo.

Lee la etiqueta con atención, más allá del precio. Busca información clara sobre:

  • Método de producción (pesca o acuicultura).
  • Zona FAO de captura o país de origen.
  • Arte de pesca utilizado.
  • Si el producto ha sido descongelado.

Busca certificaciones reconocidas como el sello MSC (Marine Stewardship Council), que garantiza que el pescado proviene de una pesca sostenible, responsable y auditada. Este tipo de certificación es clave para apoyar la conservación de los océanos y la salud de las especies marinas.

Pregunta y dialoga con el personal de la pescadería. Si no conocen bien el producto o el significado de los colores y etiquetas, ¡es tu oportunidad para ayudarles a mejorar la transparencia y calidad del servicio

Valora la trazabilidad y la sostenibilidad por encima de etiquetas simplistas. Saber que el producto es responsable con el medio ambiente y respetuoso con las vedas y cuotas es tan importante como saber si es salvaje o de piscifactoría.

Marketing con conciencia… incluso en el pescado

Vivimos en una era saturada de mensajes, etiquetas y promesas que a menudo carecen de contenido real. En este contexto, los pequeños gestos cobran un valor enorme. Algo tan aparentemente sencillo como elegir una bandeja azul o verde para el pescado no es solo un detalle estético: es una herramienta poderosa de educación, ética y transparencia, siempre que se utilice con honestidad y rigor.

👉 Apostar por la transparencia va mucho más allá de cumplir con una obligación legal o normativa. Es una auténtica oportunidad para que las marcas y comercios se diferencien desde sus valores, ganándose la confianza de un consumidor cada vez más consciente y exigente.

Porque en el mundo del marketing con valores, vender no está reñido con informar, cuidar y respetar. Al contrario, comunicar con claridad y sinceridad fortalece la relación con el cliente y contribuye a un sistema alimentario más justo y sostenible.

En definitiva, la transparencia es el mejor ingrediente para crear marcas auténticas que dejan huella, incluso en algo tan cotidiano como el pescado que llevamos a nuestra mesa.