En un mundo saturado de opciones, ruido y complejidad, hay una herramienta que corta con precisión quirúrgica lo innecesario: la Navaja de Ockham. Pero no estamos hablando solo de una hoja afilada, sino de una idea que ha atravesado siglos con la misma contundencia con la que divide lo esencial de lo superfluo.

¿Qué es la Navaja de Ockham?

Inspirada por el fraile franciscano Guillermo de Ockham (s. XIV), esta navaja no afeita barbas, sino explicaciones. Su principio es simple, elegante y demoledor:

“En igualdad de condiciones, la explicación más sencilla suele ser la correcta.”

Un mantra que sigue vivo en la ciencia, la filosofía, el diseño… y el marketing.

 ¿Y si aplicáramos la Navaja de Ockham al marketing?

En la era del overthinking, Ockham sería el mejor creativo de la agencia. ¿Por qué? Porque entendería que menos es más:

• Menos texto, más impacto.

• Menos botones, más conversión.

• Menos promesas, más autenticidad.

Aplicar la Navaja de Ockham es eliminar lo que distrae, lo que confunde, lo que no aporta. Es centrarse en el valor real, en la propuesta clara, en el mensaje que corta de raíz la indecisión del cliente.

La Navaja como marca

Imagina ahora una marca que toma esta filosofía como emblema: una navaja de afeitar física con la palabra OCKHAM grabada, minimalista, elegante, casi ceremonial. Pero más allá del objeto, es un símbolo. Una declaración.

No es solo para el rostro. Es para la mente.

• Ideal para creativos, pensadores, diseñadores y líderes que buscan claridad.

• Un objeto de colección que dice: “No me complico. Voy al grano.”

• Un regalo con mensaje: piensa menos, decide mejor.

¿A quién va dirigida?

A todos los que alguna vez dijeron: “Esto es más complicado de lo que debería”.

• Emprendedores que quieren simplificar su propuesta de valor.

• Agencias que buscan diferenciarse por la claridad de sus ideas.

• Profesores, filósofos, estrategas, amantes de la lógica pura.

 Packaging y experiencia

Cada navaja viene en una caja sobria, con una cita grabada en su interior:

“Pluralitas non est ponenda sine necessitate.“

Un guiño a los iniciados. Una provocación para los curiosos. Una promesa de que con esta navaja, tu pensamiento será más limpio, tu mensaje más claro y tu marca más potente.

La Navaja de Ockham no es solo una idea medieval. Es una herramienta de branding. Una filosofía de negocio. Y ahora, también, un objeto de deseo.

¿Estás listo para cortar con lo que no importa?