Los móviles y la extracción de minerales: coste ambiental y social.

¿Te has preguntado alguna vez de que esta hecho tu teléfono móvil? ¿Sabes sus componentes? ¿Por qué cuando vas a hacer la compra en el supermercado te fijas en los ingredientes de un producto, pero cuando compras un móvil no miras como se ha fabricado? Más allá de su precio, ¿Cuál es el verdadero coste?

Dentro de tu teléfono móvil se encuentran numerosos minerales, los cuales suponen un coste no solo económico sino social y medioambiental.

Si abrimos el móvil que te acabas de comprar y lo analizamos pieza a pieza, sus ingredientes, con lo que está hecho, encontraríamos…

• En la carcasa – Bromo, Carbón, Magnesio y Níquel
• En los altavoces y sistemas de vibración – Batnatisa y Arsénico.
• Por lo circuitos – Tetraedrita, Arsenopirita, Wolframita y Estaño.
• En la pantalla – Silicio, La Bauxita, Esfalerita, Cesierita, Yodo y Mercurio.
• En la batería – Cobalto y Litio.

El impacto de la extracción de minerales en los derechos humanos y las condiciones laborales de los trabajadores.

Y aunque para ti, esto puede parecerte insignificante y la mitad de ellos sea la primera vez que los escuchas, para los habitantes de países como Indonesia, Congo, China, Pakistán, Namibia, Malasia, Bolivia y Zimbabwe, entre una larga lista más, son muy conocidos. Las condiciones de extracción y el riesgo elevado que asumen los trabajadores de las minas de estos países hacen que conseguirlos sea todo un reto.

Uno de estos minerales cuyas extracciones masivas en el Congo son la mayoría ilegales debido al grave peligro en el que se ponen los mineros es el Coltan. Este mineral es el que se utiliza para la fabricación de condensadores, parte encargada de almacenar energía y filtrar la corriente eléctrica. Y para conseguirlo se llega a poner en juego la vida de niños y mujeres embarazadas, es más se estima que obtener un kilo de Coltan supone la vida de dos personas.

Como vemos, hacerse con estos minerales no solo supone estas condiciones laborales catastróficas, las consecuencias pueden llegar a afectar a la estabilidad política, la seguridad de la región y al medio ambiente. Empezando porque la mayoría de estos se encuentran en la naturaleza en pequeñas cantidades y no se extraen de manera sostenible; siguiendo por la contaminación que implica su posterior transporte; y terminando por la basura electrónica que supone deshacernos de ellos después de su vida útil.

Por tanto, la necesidad de regular la explotación de minerales y mejorar las condiciones de vida de las personas que trabajan en la mina es primordial.

Alternativas a la cultura de cambio constante de móvil.

Todo esto nos lleva a preguntarnos… ¿Por qué si existen tantas consecuencias negativas en la fabricación de móviles, la sociedad actual ha creado una cultura de cambio constante?

Podríamos decir que el problema radica en su producción, en la obsolescencia programada, el incumplimiento de los derechos humanos (DDHH) y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Pero lo cierto, es que es un problema que involucra tanto a consumidores, fabricantes, organizaciones de sociedad civil y reguladores gubernamentales. Y por lo tanto, la solución deberá seguirse por todos estos grupos y deberá apostar por:

1. Implantar un negocio de economía circular, con el que consigamos reducir el desperdicio y maximizar la eficiencia de los recursos a través de la reutilización, la reparación y el reciclaje de los productos y materiales.
2. Regular la obsolescencia programada que hace que los fabricantes diseñen sus productos para que tengan una vida útil limitada, obligando a los consumidores a reemplazarlos frecuentemente.
3. Fomentar la responsabilidad corporativa ofreciendo la garantía, por parte de los fabricantes, de que las condiciones de fabricación han sido responsable y cumplen con los DDHH y los ODS.
4. Exigir el cumplimiento de los 10 principios de comercio justo, entre los que se encuentran: transparencia y responsabilidad, no al trabajo infantil, no al trabajo forzoso, buenas condiciones de trabajo y el respeto al medio ambiente.
5. Educar a los consumidores. Tratar de enseñar y concienciar sobre los impactos ambientales y sociales de los móviles, así como mostrarles las opciones sostenibles y éticas disponibles para ellos.

Soluciones para reducir el impacto de la extracción de minerales en la industria de los móviles.

Es por ello, que siguiendo este último apartado os queremos mostrar la labor de ’FairPhone’, una empresa social holandesa que gracias a una campaña de crowdfunding, lleva desde 2013 fabricando móviles sostenibles, para el planeta y las personas, y siguiendo un open-source de comercio justo. Una de las principales características de su modelo de móviles es que no cuentan con obsolescencia programada, sus piezas de hardware pueden ser removidas y sustituidas con facilidad, lo que nos permitirá actualizarlo constantemente.

Con este nuevo modelo, la media con la que cambiaríamos de móvil se vería reducida y con ella la basura tecnológica generada y la necesidad de extraer minerales.

Y es que actualmente en España, según un estudio realizado por ‘Rentik’, más de la mitad de los españoles cambian de móvil cada dos o tres años por problemas en el funcionamiento, el desgaste de la batería, una rotura, o lo que es peor, lo cambian por simple estérica y deseo de estar a la última.

Luego, para estos últimos consumidores, otra de las posibles soluciones, que últimamente está siendo más sonada, es el alquiler de móviles o el uso de móviles reacondicionados. Cada vez son más las empresas que entran en estos aspectos y optan por un modelo de negocio con el que se reduzca la fabricación de nuevos móviles y de la posibilidad a los consumidores más obstinados y fashionisas de seguir las modas sin perjudicar el medio ambiente.

En conclusión, será crucial que los ciudadanos tomemos responsabilidad de compra sostenible, pues nuestro papel en la reducción de la demanda de nuevos teléfonos, comprando solamente cuando sea necesario u optando por alternativas como las que hemos mencionado, es clave a la hora de considerar la durabilidad, reparabilidad y sostenibilidad de los materiales. Y nos llevara a presionar y exigir a las empresas acabar con la obsolescencia programada y el cumplimiento de los principios de comercio justo y responsabilidad social en sus minas.