En este artículo, ligado a la Alimentación Sostenible, veremos como de forma eficiente, reducimos el desperdicio de comida, y como repercute en el ámbito social. “Cocinar con Conciencia” implica tener en cuenta los aspectos sociales, ambientales y éticos al cocinar y alimentarnos.
¿Cómo puedo aprovechar al máximo mi comida?
Esta idea resurge en una sociedad cada vez más implicada social y medioambientalmente hablando.
Y no es otra cosa que echar la vista atrás, y ver como solían cocinar nuestros antepasados. Esto se debía a la fuerte escasez de estos y a la necesidad que había de alimentarse de ellos. Intentando sacar el máximo provecho a los alimentos y evitar que acabasen en la basura.
No es nada complicado. Siendo un poco creativos, podremos hacer grandes maravillas, y contribuir a la reducción del desperdicio.
Ideas que deberíamos adoptar todos en casa:
- Cocinar con ingredientes locales y de temporada: Los alimentos que se cultivan y se producen localmente tienden a ser más frescos, sabrosos y nutritivos. Además, al comprar productos locales, se apoya a los agricultores y productores de la zona y se reduce la huella de carbono asociada con el transporte de alimentos de larga distancia.
- Antes de tirar las frutas y verduras que están “feas”, plantéate que son un esencial en cualquier tipo de cocina mundial. No deben ser descartadas por una grieta o una mancha, o por haberse pasado del punto de maduración. Es un sinfín de ideas dulces o saldas que nos proporcionan los vegetales. Mermeladas, si no están buen estado, a un buen sofrito con tomates blandos y que no nos gusten para ensaladas. ¡Incluso con las peladuras bien lavadas y fritas, puede hacerse unos chips estupendos para acompañar con una cerveza o vino!
- Elegir alimentos orgánicos y sostenibles: Al comprar alimentos orgánicos y sostenibles, se reduce la exposición a productos químicos y pesticidas dañinos y se apoya a los agricultores que utilizan prácticas agrícolas responsables y sostenibles.
- ¿Qué hacemos con el pan del día anterior? Fácil. Dejar que se termine de endurecer para después rallarlo y tenerlo de opción para varias recetas. Ya sean albóndigas, hasta un postre (pan de calatrava) o sin rallar, en nuestras torrijas tradicionales.
- Reducir el desperdicio de alimentos: Mucha comida se desperdicia debido a la sobreproducción, el transporte y la falta de planificación. Al planificar comidas con anticipación y almacenar los alimentos correctamente, se puede reducir el desperdicio de alimentos. Además, es posible utilizar sobras para preparar nuevas comidas.Elegir alternativas vegetarianas y veganas: Reducir la cantidad de carne y productos lácteos en la dieta puede tener beneficios para la salud y el medio ambiente. Además, existen muchas opciones vegetarianas y veganas deliciosas y nutritivas que pueden ser incluidas en una dieta consciente.
- Apoyar a empresas y marcas que utilizan prácticas responsables y sostenibles: Al elegir productos alimenticios y utensilios de cocina de empresas que utilizan prácticas responsables y sostenibles, se apoya a las empresas que respetan el medio ambiente y los derechos de los trabajadores.
- En materia de carne o pescado, no debemos descartar ni las espinas ni los huesos. Estas nos ofrecen un buen sabor para fondos de paellas o caldos.
- ¿Muchas legumbres sobrantes? Jamás, estas pueden ser trituradas para salir del paso con un puré, o en el caso del arroz, con sabor neutral, añadirlo como acompañante de cualquier comida. Con los garbanzos, un buen hummus, ahora tan introducido en nuestras dietas.
- Existen miles de libros de recetas de aprovechamiento.
Hogares, empresas y ong
No solo depende de los hogares, adoptar medidas sobre la concienciación del uso de los alimentos. Las grandes cadenas ya trabajan en campañas, ONG, bancos de alimentos u otras organizaciones, para evitar el exceso de excedente de alimentos. Se debe apelar a la responsabilidad individual. Conseguiremos un buen ahorro económico y aportaremos gran ayuda a la sostenibilidad.